viernes, 2 de abril de 2010

2 de Abril.


Una amiga, en su blog, me hizo darme cuenta, que ni siquiera había tenido conciencia de qué fecha era hoy. De que representaba el 2 de abril.
Y eso demuestra, lo importante que es este día, que es hacer memoria.
Los arpegios burdos que suenana ahí arriba, son el mínimo homenaje que podía hacer en este blog. Un hombre mucho más expresivo que yo, supo definir, hace 25 años, lo que quiero decir:

Juan López y John Ward
Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en
distintos países, cada uno provisto de lealtades,
de queridas memorias, de un pasado
sin duda heroico, de derechos, de agravios,
de una mitología peculiar, de próceres de
bronce, de aniversarios, de demagogos y de
símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos,
auspiciaba las guerras.

López había nacido en la ciudad junto al
río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad
por la que caminó Father Brown.
Había estudiado castellano para leer
el Quijote.

El otro profesaba el amor de Conrad, que
le había sido revelado en un aula
de la calle Viamonte.

Hubieran sido amigos, pero se vieron
una sola vez cara a cara, en unas
islas demasiado famosas, y cada
uno de los dos fue Caín,
y cada uno, Abel.

Los enterraron juntos. La nieve
y la corrupción los conocen.

El hecho que refiero pasó en
un tiempo que no podemos entender.
No hablamos ni de paises ni de nacionalidades. Los muertos fueron los muertos, y los huérfanos, los amigos y las viudas hablan todos el mismo idioma, el de las lágrimas.
Tengamoslo en cuenta, y observemos el mal, que unos pocos tontos, sentados en sillas de oro, pueden hacer.
No queremos de vuelta ni Reyes ni Generales.
Queremos de vuelta a los hombres que partieron.
Al menos, los queremos en nuestra memoria.

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1 Ando Ganas 2 Arde la ciudad 3 Un Poco de Amor Francés 4 A Veces 5 Lo que me Mata 6 Todo Pasa