Balance.

Estaba tratando de enchufar la play (tenìa una capa de polvo de centìmetros), para mostrarle a mi tìo el Final Fantasy XIII, cuando recibì una llamada muy particular.
Una voz de hombre maduro, me dijo: Hola, che, soy pablo. Te acordás de Pablo, de la primaria?

Pablo, como olvidarme de Pablo, fue mi mejor (y pràcticamente mi ùnico ) amigo durante toda la primaria. Cuando fuimos a las distintas secundarias, dejè de verme con èl, por bastante tiempo no nos vimos, hasta que hace unos dos años me lo encontré un par de veces, pero me pareciò que se habìa vuelto muy pesado, muy infantil, no me lo bancaba. Ignorè sus mails, lo desadmitì del msn, e ignorè su invitacion al Faceebok. Una vez me encontrè a su vieja en el Normal Uno, estaba llorando en una escalera, me contò que se habìan divorciado, y me pidiò que lo llamara, porque Pablo estaba medio mal. Me alejè espantado, egoistamente, estaba luchando por conseguir mi propia estabilidad emocional en ese momento, y querìa evitar a toda costa, algo que me recordase a mi triste pasado (ademàs, como dije, Pablo me parecìa un plomazo).
Ahora me llamò, y hablamos un poco, y me siento un pelotudo, me pareciò zarpado chabòn en bueno. Hablamos un poco, y qedamos en vernos, y en vernos realmente. Está por hacer el CBC para ingenieria quìmica.

Y acà viene le balance.
Lo bueno: descubrì que tengo un viejo amigo que habìa olvidado, un flaco con el que, hablè unos pocos minutos, y ya me sentì realmente bien. Tengo pensado hablar un buen rato con èl, por ahì ir a tomar algo.

Lo malo. OK, yo ya vi como mis compañeros del Buenos Aires, terminaron la secundaria, y me afectò un poco, pero no mucho, al fin y al cabo no eran realmente mis amigos. Pero de repente, enterarme de eso, de que Pablo, ese pibe chiquito, petiso y buenudo, està cursando Ingenieria Quìmica, el CBC (agravado, por la voz de chabòn de 25 que tenìa), mientras yo todavìa estoy en la secundaria, me hace sentir muy mal